Dentro del proceso de reclutamiento existen diversas actividades que lo involucran para gestionar, reconocer y evaluar a los candidatos y encontrar el más adecuado para la vacante solicitada. Sin embargo, el trabajo no termina al contratar al empleado, pues en este paso donde se facilita su proceso de integración con la técnica del Onboarding.
¿Cómo se define el Onboarding?
El Onboarding se define como un proceso de incorporación de nuevo talento a las empresas y se orienta hacía que el trabajador pueda realizar de manera eficaz sus actividades y se pueda acoplar a la cultura organizacional.
No es lo mismo que la Inducción.
Esta técnica es comúnmente confundida con los procesos de inducción. Los cuales consisten en el aspecto informativo y teórico, donde se presentan los diferentes valores de la empresa además de todos los aspectos referentes al puesto que va a ocupar.
Por el contrario, el Onboarding es un proceso planeado y personalizado hacia cada colaborador que se incorpore que tiene como fin encontrar en el nuevo empleado un sentido de pertenencia.
Proceso de Onboarding
Durante los procesos de Onboarding podemos tener un acercamiento más humano hacia aspectos básico de la organización que le permitan un desenvolvimiento más sencillo al colaborador y una mayor comodidad. Desde cuestiones simples como explicarle los distintos lugares de la oficina, como se manejan los horarios de almuerzo, cuestiones que no están explícitamente dentro de los reglamentos, pero que facilitan el acoplamiento del reciente integrante.
El incluir este tipo de prácticas durante el proceso de adquisición de nuevos empleados busca acelerar el tiempo de que esta reciente contratación ser vuelva productiva en su puesto. Esto para elevar las tasas positivas de retención dentro de la empresa, generando un ahorro en costo y evitando una constante rotación de personal.
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